domingo, 25 de octubre de 2009 | | 2 comentarios

Dubai, las dos caras de la moneda

Dubai es uno de los 7 Emiratos Arabes Unidos. Es una ciudad de 4.114 km2 y una población que no llega a los 3 millones de habitantes. En 1952 Dubai vio la luz eléctrica por primera vez. Eso fue sólo hace 54 años. Actualmente es la ciudad de más rápido crecimiento en el mundo. La principal fuente de ingresos no es el petróleo sino el turismo de lujo y la construcción (inversión extranjera mayoritariamente) mostrando el desarrollo de grandes proyectos como el de Palm Jumeirah y el Mundo, que son islas completamente construidas por ellos. También tiene el único hotel 7 estrellas, el Burj Al-Arab y están por terminar el rascacielos más alto del mundo. el Burj Dubai En septiembre de este año comenzó a funcionar la primera línea del metro de Dubai (de 52 km), es el metro sin conductor más largo del mundo.

Este crecimiento no se ha logrado al azar, obedece a la visión de los sucesivos emires de Dubai que han venido desarrollando permanentemente ambiciosos planes estratégicos, con objetivos claros y cuantificables en diferentes áreas, con plazos de cumplimiento. Dubai ha batido todas las marcas, y los objetivos se han alcanzado años antes de lo previsto. Este emprendimiento, que Al Maktoum describe en su libro My Vision: Challenges in the Race of Excellence (Mi visión: Retos en la carrera por la excelencia), comenzó con su llegada al poder en 1995, y busca invertir las ganancias producidas por el petróleo en inversiones de capital duradero para la región, que permitan sostener el estilo de vida de todos sus habitantes cuando el petróleo se acabe.


Sin embargo, en Dubai también se escribe una parte oscura de su historia. Existen acusaciones que en el Emirato se ignoran los derechos humanos. Según Human Rights Watch muchos trabajadores pagan préstamos descabellados en lo que es una forma de servidumbre por contrato ya que no tienen derecho a organizarse ni a negociar en forma colectiva. Se dice que la construcción de monumentos se hace por el elevado precio de la esclavitud de la clase trabajadora.

De alli que después de mirar las dos caras de la moneda, entonces ¿Cuáles es la lección aprendida? ¿Qué puede rescatarse del fenómeno ocurrido en Dubai? El magnífico proceso de crecimiento planificado, la visión de futuro de desarrolllar nichos de negocio diferentes al petróleo como recurso finito, y la continuidad en la ejecución de los planes concebidos.